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La Fundación Vicente Ferrer reconstruye escuelas en Valencia para garantizar una vuelta al cole segura y digna tras la dana

  • Miles de estudiantes aún no tienen asegurado el inicio del curso 2025-2026 en condiciones adecuadas ocho meses después de las lluvias torrenciales que azotaron la comarca de Horta Sud
  • La Fundación Vicente Ferrer participa en la rehabilitación de 17 centros educativos gravemente afectados por las inundaciones

A pocos meses del inicio de un nuevo curso, ocho centros siguen pendientes de una reconstrucción total y muchos otros operan en espacios adaptados de forma provisional. Mientras tanto, las escuelas trabajan a contrarreloj para recuperar aulas, patios y comedores, y evitar que se repita un año marcado por la precariedad educativa.

En este contexto, la Fundación Vicente Ferrer (FVF) está actuando en 17 centros educativos de 10 municipios –entre ellos Catarroja, Paiporta, Sedaví y Massanassa– para garantizar que más de 4.000 estudiantes, 250 docentes y 6.600 familias puedan iniciar el nuevo curso en condiciones dignas y seguras. La intervención forma parte de una estrategia integral de recuperación que abarca también la atención psicosocial y el fortalecimiento del tejido comunitario.

Una emergencia educativa invisibilizada

“Cuando regresamos al centro tras la dana no había mesas, ni sillas, ni puertas. No había nada”, recuerda María Muñoz, titular de la cooperativa del Colegio Larrodé, en Catarroja. “Y ahora, cada vez que llueve, vuelve el miedo. La lluvia ya no suena igual”, añade Elena Morales, directora de la Escuela Infantil Menuts, uno de los centros donde los efectos del barro y la humedad siguen provocando daños.

Este ha sido uno de los años más difíciles para las escuelas en Valencia. El alumnado ha tenido que estudiar en remoto, estar expuesto a constantes ruidos de obras y cortes de electricidad y ha tenido que prescindir de espacios vitales para su desarrollo escolar.

El impacto de la dana va más allá de lo material: el 80 % de las familias ha detectado en sus hijas e hijos secuelas emocionales como ansiedad, fobia a la lluvia o trastornos del sueño. Para muchas de ellas, el regreso a las aulas no es solo una cuestión educativa, sino una necesidad urgente para recuperar cierta normalidad. “Una escuela es mucho más que un edificio: es un lugar donde niñas y niños recuperan la rutina, la confianza y la fuerza para seguir adelante. Después de una crisis como esta, volver al aula puede ser el primer paso para que el alumnado y sus familias empiecen a sentirse bien. Por eso, consideramos que reconstruir las escuelas es también reconstruir vidas”, explica Luz María Sanz, directora general de la Fundación Vicente Ferrer.

Empieza la “Cuenta atrás”

Con más de 55 años de experiencia en cooperación internacional, la Fundación Vicente Ferrer trabaja por primera vez en España. Su respuesta en Valencia pone el foco en los colectivos más vulnerables, con una metodología basada en la implicación activa de las comunidades. “Reconstruir una escuela es reconstruir un proyecto de vida. Y hacerlo desde dentro, con los equipos docentes y las familias, es lo que da sentido a nuestra intervención”, afirma Carles Coarasa, gerente de la organización. La campaña ‘Cuenta atrás’, que lanza ahora la Fundación, invita a la ciudadanía a colaborar con este proceso de reconstrucción. La iniciativa busca canalizar la solidaridad de quienes quieren contribuir a que la infancia de la comarca de Horta Sud recupere lo más valioso: su derecho a aprender, a jugar y a crecer en un entorno seguro. Al mismo tiempo, la campaña constituye una forma de movilización ciudadana y una llamada de atención para que la situación de la comunidad educativa de esta zona de Valencia no quede relegada ni olvidada.

Sobre la Fundación Vicente Ferrer

La Fundación Vicente Ferrer trabaja desde hace más de cinco décadas para erradicar la pobreza extrema y promover el desarrollo humano sostenible, impulsado por las propias comunidades. Con una larga trayectoria en la India y Nepal, su modelo de acción se basa en la igualdad, la justicia social y la transformación de las condiciones de vida de las personas más vulnerables.